The following are samples of the writing produced by participants in the AAUW San Juan writing workshops for survivors of domestic violence who are still in shelters during the 2013-2014 workshops.

EL PUENTE
El puente facilita que las personas puedan acercarse cuando algo las separa. Soy un puente. Soy un mediador. Tal vez nos preguntan ¿será un puente tan necesario? Recuerda que tú eres el puente en tu familia, escuela, amistades, comunidad. Cuídate. Compañera, vamos a cruzar ese puente, usted y yo entrelazadas con Dios para que sea triple cuerda que nadie pueda romper.

LA PUERTA
Cuando uno toma una decisión es como si estuviera abriendo o cerrando una puerta.
¿Qué es para ti una puerta?
Puede ser de una casa — puede ser del corazón.
Las puertas son bien importantes.
¿Por qué?

Pueden ser positivas o negativas.
Una entrada al triunfo.
Una salida de un tormento o de un abuso de muchos años por no encontrar esa puerta.
Hay puertas que te encierran cuando tú permites a ciertas personas entrar por ellas a tu hogar. Yo considero que cuando una persona no sabe a leer ni escribir es como una habitación sin puerta.
Por una puerta puede entrar alegría, salvación, pero también muerte.

¡Qué bueno es cuando se puede “tocar una puerta sin miedo”, como la puerta de una casa de bondad!

DECISIÓN
En la vida es necesario tomar decisiones, unas más difíciles que otras. Todo el mundo pretende que tome su consejo, pero la realidad final es que sólo yo puedo ser la que decida. El mundo, o mejor, las personas van rápido y agitadas, y no se dan cuenta de que lo más importante puede ser aquello que menos tomaste en cuenta. Por eso es necesario aislarse momentáneamente; no importa lo que digan, lo que escuches, o lo que sientas. Sólo importa el yo interno, mi necesidad, los pro, los contra y el realismo de la necesidad para la solución del problema.

EN LA ALDEA
En una noche tranquila y fresca, en una pequeña aldea, vive una familia humilde y de muy pobre economía, pero de muy rica unidad familiar, donde reina el amor y la confianza. Las madres se reúnen con sus hijos a contar historias, mientras los padres hacen sus quehaceres a la luz de la noche tranquilamente. ¡Qué bonito es todo! Pues no hay nada mejor que estar en unión con nuestros hijos, donde el amor familiar reina y donde dedicarle tiempo a los hijos es todo un placer. Dediquémosle tiempo a nuestros hijos, pues ellos lo necesitan.

ALEGRÍA
Me encanta comer “alegría”.  Me recuerda mi niñez, en la que comí tantas, pues no necesitaba contar las calorías. Es un dulce que como desde niña; mi abuela lo preparaba para endulzar el familión. Para mí, la alegría ha sido una fuente de ingreso que me ayuda con mis hijos. Me encanta porque endulza la vida. Sobre todo, al llevar ‘alegría’ a nuestras vidas, vives en constante alegría. Cuando como alegría, mis penas se esconden y huyen hacia el infinito. Mi madre los hacía entre otros dulces; también preparaba jalea de guayaba, dulce de coco mojadito, dulce de cerezas y de papaya. Le decíamos a son de broma “Julia’s Pastas”. Me da un sabor a alegría al paladar y me eleva hacia la gloria. Me críe comiendo alegría. ¿Será por eso que soy tan alegre? No hay comparación, es muy sabrosa. ¡Lena tu vida de alegría!